Desde el inicio del tiempo existió la buena y la mala gestión.

En el principio fue el reinado de las grandes gestiones, cuyas hazañas quedaron para siempre en la memoria colectiva defendiendo a los indefensos, a los sin voz, a los necesitados de siempre combatiendo todo tipo de injusticia.

Pero con el paso del tiempo un extraño cambio dio vuelta la historia.

Algunas grandes gestiones fueron mutando, vendiendo sus lealtades, engañando a quienes los habían elegido para defenderlos, traicionando a sus propias palabras, pensando en su beneficio propio, olvidándose de todo y de todos.

Ya nadie sabía a quien creerle, cual era la mala y cual era la buena gestión.

Y fue así que surgió la otra gestión…la gestión que se pregunta, la que se cuestiona, la que está en contra de nadie y a favor de todos.

ESA GESTIÓN ESTÁ CRECIENDO EN ESTE INSTANTE...

viernes, 30 de diciembre de 2011

Utopía para el año 2012

Un corazón que late es un mundo en movimiento. Y ese mismo mundo crece en cada corazón, en cada pensamiento y a cada instante.
¡Sigamos persiguiendo la utopía. Sigamos pidiendo lo imposible!


¡Feliz 2012 para tod@s!


Juan.-
Diciembre 2011 

domingo, 11 de diciembre de 2011

El vuelo de la libélula (Palabras que duelen el peso de su ausencia)

"El vuelo de la libélula (Palabras que duelen el peso de su ausencia)" es un pequeño y humilde corto escrito y realizado en la Ciudad de Buenos Aires en diciembre de 2011.

Guión: Juan Varela
Edición: Walter
Voz en off: Facundo Fassón
Sonido: Facundo Lopez
Imágenes: Todos.

GESTION VARELA CORTOS 003
Diciembre 2011


Espero que lo disfruten tanto como yo lo hice haciéndolo.
Buen año para todos y nos vemos en el 2012 para contar muchas más aventuras


Salud, éxitos y sean felices


Juan.-
Diciembre 2011.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Del barrio me fui...


Una vez hace mucho tiempo leí una frase que me encantó: “Jamás hay que volver a los lugares del pasado donde uno fue feliz”. No es textual, pero la recuerdo de ese modo y a medida que fue pasando el tiempo le fui encontrando cada vez más sentido hasta llegar a tener un lugar de privilegio en mis pensamientos más frecuentes.
Un ejemplo claro puede ser un barrio. Todos tenemos fotos en la cabeza de ese escenario de estructuras, calles y colores, pero cuando nos hemos ido y el tiempo fue pasando, ese escenario se modifica porque la vida misma se modifica y lo que ayer nos pudo parecer fascinante, hoy nos puede parecer un chantaje a la memoria fotográfica. Por eso no hay que volver, para no caer en esa idea de que el tiempo pasó (o nos pasó).
Puede ser un barrio, pero puede también que sea una persona envuelta en ese escenario al que llamamos barrio, porque justamente fue en ese lugar en donde yo sentí que fui feliz y tuve que dejarlo cuando decidí terminar mi historia con esa persona.     
Por supuesto que seguí al pie de la letra esa frase, porque siento que es una verdad, la siento como propia, como una gran enseñanza. Pero lamentablemente tuve que volver.
No pasaron años, pero yo sentí que habían pasado siglos desde la última vez que transité esas calles y todo me pareció tan igual, tan inalterable, tan especial.
Tuve que volver por cuestiones ajenas a esa persona, pero no a mí. Yo sabía que estaba de vuelta en un lugar donde no hace mucho tiempo fui muy feliz y ahora era todo tan diferente dentro de mí.
Era tener los ojos pegados contra el vidrio del colectivo tratando de registrar todo lo que pudiera, cada persona, cada movimiento, cada circunstancia para ver si todavía estaba allí, si realmente seguía estando esa persona a la cual no quería volver a ver y que ahora me moría de ganas por encontrármela.
Y todo fue tan frágil que hasta la percepción me falló y creí verla en todos lados, en todos los movimientos y en todas las circunstancias. Definitivamente fue el momento de mayor vértigo y locura pero fue lo justo y necesario para reafirmar mi compromiso y fidelidad hacia esa teoría.

Esto sucedió el primer día. Ya los siguientes días que tuve que volver lo fui tomando de otra forma menos poética y sobre todo menos dramática, pero aun así todos los días que cruzo con el 65 esas calles y bajo para ir al trabajo pienso. ¿Y si me la encuentro... Qué le digo? Le diría muchas cosas, pero todas afirmaciones, todas afirmaciones que traen una carga super emotiva. Le diría que la extraño, fundamentalmente. Le diría que sueño con ella, que pienso mucho en ella, pero sobre todo que la extraño. Y esa es una afirmación que no necesita respuesta. Es el mejor de los consuelos porque no estoy esperando que me putee con la última vez o que me diga despectivamente que se olvidó de mi o en el mejor, y más improbable de los casos, que ella también me extraña.
Sería darle identidad a esa frase de cabecera, sobre todo en la parte que dice: “donde uno fue feliz”.

“Del barrio me voy, del barrio me fui, triste melodía que oigo al partir. Voy dejando atrás todo el arrabal, en mi recuerdo…”
(Ayer de Daniel Melingo)

Juan.-
Noviembre 2011

jueves, 27 de octubre de 2011

Un año sin Néstor

Hace exactamente un año atrás, la muerte de Néstor Kirchner me tomó por sorpresa igual que a todos. Al otro día, por la mañana, me encontraba en Plaza de Mayo solo, pero acompañado en el sentimiento de congoja de un montón de personas que deambulaban con la misma tristeza a cuestas que la mía. Me acerqué al vallado para leer las ofrendas de cartulinas e improvisados papeles que por cada minuto transcurrido se iban multiplicando. No había mucho en que pensar, tampoco mucho que decir. Solamente esas consignas en las vallas y en el suelo lo decían todo. Fue difícil estar ahí, pero más difícil fue imaginarme que podría venir, que sería de mañana, pasado o el mes siguiente. Que sería de todos nosotros cuando volviéramos a nuestras casas. Hoy, a un año de ese momento tengo las mismas sensaciones que aquel día en la plaza. Un nudo en la garganta, llanto, dolor, tristeza. Pero se que una vez terminado este día, mañana me levantaré porque la vida continua y cada día que pase iremos entre todos construyendo el país que queremos. Porque Néstor fue solamente un hombre, pero un hombre que inspiró a muchos otros hombres y mujeres a que si nos involucramos, si peleamos por nuestros ideales, si nos comprometemos desde nuestro lugar podemos cambiar las cosas. Néstor me enseñó a usar la política como instrumento de cambio social y yo en ese momento sentí que ya no haría falta sacar las cacerolas, putear y cantar en contra de la política. Aunque tampoco me he sentido un “soldado del pingüino” ni siempre estuve a favor de alguna de sus políticas o funcionarios, sin embargo, yo creo en este proyecto. Creo en los miles de jóvenes que como yo que tomamos esta hermosa conciencia de transformación, este valor de comprometernos por lo que sentimos.
Hoy la política no me es ajena, porque yo, nosotros, somos la política y eso es algo para agradecer.
¡Gracias Néstor!

 Juan.-
 27 de octubre de 2011.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Su nombre en el buscador

El buscador Google me dice que encontró su nombre en unas 10.050 páginas en 0,06 segundos aproximadamente. Muy de vez en cuando caigo inevitablemente en estas búsquedas. Y siempre es lo mismo. Las mismas páginas, las mismas fotos, los mismos recuerdos. ¿Qué me puede ofrecer el mundo virtual que no lo haga el real? ¿Respuestas? ¿Más preguntas? Quizás algo que no me haya enterado jamás hoy pueden verlo millones de personas en todo el planeta. La velocidad de búsqueda de un navegador puede ser la misma que la de un recuerdo. Rápida y muchas veces confusa. Confusa porque en determinada pagina te dice que hay determinada información de aquella persona que estas buscando y no hay nada. Lo mismo pasa con el recuerdo. Quizás algo bueno en el que entras y te das cuenta que de bueno no tuvo nada, sin embargo, en el recuerdo, queda registrado como “algo bueno”. Muy de vez en cuando quisiera que el tiempo vaya para atrás y el mundo gire al revés. Y lo único que consigo es que el tiempo siga su camino y yo me quedo sin saber que esta corriendo. ¿Acaso no me doy cuenta de lo que está pasando? Si, me doy cuenta pero no lo quiero aceptar. Pero no siempre pasa, solo algunas veces. Entonces si vuelve a pasar seguramente estaré frente el monitor buscando su nombre en el buscador y será más de lo mismo, hasta que entienda que no todo pasado fue mejor. “Harto de oír siempre las mismas palabras...” Juan.- Septiembre 2011.

domingo, 28 de agosto de 2011

GESTIÓN VARELA CORTOS Presenta: EN LA MULTITUD.




"En la multitud" es un proyecto de archivo extraído de Youtube con textos propios realizando en la Ciudad de Buenos Aires en agosto de 2011.

Guión: Juan Varela
Edición: Walter
Voz en off: Darío Contartese
Sonido: Diego Melzer
Música: The Beatles y Massacre
Imágenes: Youtube

Espero que les guste y nos vemos siempre!


Juan.-
Agosto 2011

jueves, 4 de agosto de 2011

Perfume y borcegos de mujer




Todas las noches, cuando vuelvo a casa de trabajar camino aproximadamente diez cuadras sobre la avenida Corrientes en un clima de aparente tranquilidad. Pero solamente aparente.
Desde hace varias semanas noté algo extraño en ese trayecto. ¿Más luces? ¿Más ruido? ¿Más gente? No, algo quizás no tan perceptible para mí: Un negocio de zapatos para mujer.
Jamás me han interesado los zapatos, y menos los de mujer, aunque en realidad era un negocio de calzado femenino en general. Pero tampoco importa, lo que realmente llamó mi atención fue otra cosa.
No se muy bien entre que calles queda, pero se que todas las noches paso por ese local de ventanales amplios con exposición de productos en vidriera, todo de blanco, muy minimalista y con dos vendedoras de veintipico sin mover la sonrisa esperando atraer alguna clienta.
Algo me atrajo, por supuesto que no fueron ni los zapatos ni las vendedoras ni el minimalismo. Fue algo más especial: Fue el olor.
Aunque sea invierno llamativamente el local siempre tiene las puertas abiertas y eso hace que los transeúntes entren sin tener que abrir la puerta de vidrio y en mi caso ser atraído por ese olor.
Era sin dudas una fragancia, un perfume, algo que emanaba de ese local a mi me tele transportaba no a un lugar ni a un momento, si no, a una persona.
Ahí me di cuenta que aunque el tiempo pase y trate de archivar recuerdos y algunos borrarlos para siempre un olor basta para tenerlos todos juntos devuelta. Como si fuera una maquina del tiempo encendida de lunes a viernes de 10 a 19 y sábados y feriados de 10 a 14.
Me hizo acordar a los cantos de sirenas en el mar. Esos que te endulzan los oídos y te conducen a la muerte. Una muerte casi placentera. Creí que si entraba al negocio podría llegar a morir, por eso jamás me animé a entrar. Aunque sea algo encantador.
Tenía miedo de averiguar que había allí y que las vendedoras y todos los zapatos se conviertan en ella y que me vuelva a mirar con esos ojos de mar profundo, esa sonrisa de hoyuelo y que lleve puestos esos borcegos chiquititos color verde que siempre usa en invierno.
Pero aunque parezca extraño no evito pasar por allí. Me atrevo a caminar noche a noche, tomar una bocanada de aire y seguir mi camino, sin mirar atrás, nunca más.
Es una lastima que todavía sigan haciendo negocios con la necesidad.

Juan.-
Julio 2011

jueves, 28 de julio de 2011

YO QUIERO SER UNA CHICA MAURICIO



Jamás creí que llegaría ese día. Ni en mis más retorcidos sueños de almohada vacía y corpiños sobre la silla creí que me la encontraría y justo acá, en donde el futuro parece haber llegado en forma de un inmundo anden en medio de la avenida para dos líneas de colectivo que tienen el siniestro privilegio de tener un carril exclusivo.
Había cambiado mucho, eso era evidente, porque los años pasan. Los años pasan para todos pero no de cualquier manera, no de la misma manera. Pareciera que a ella también le había llegado el futuro de repente.
Estaba vestida de una manera profesional, como alguien que trabaja en una oficina, con un portafolio, con tacos, con el pelo recogido, con un sobrio maquillaje, un blackberry y una forma de entablar la conversación de protocolo. Demasiado distante de la última imagen que tenia de ella. Hasta inclusive llegué a pensar si se trataba de otra persona pero no, era ella.
Me miró y me reconoció, pero mi sola presencia no bastó para moverle el piso ni pude desfigurarle su implacable sonrisa de dientes perfectos. Como si se forzara en no demostrar que la persona que tenía en frente suyo representaba un pasado y no tan lejano, pero que para ella seguramente habrá quedado a un millón de kilómetros atrás.
No muy seguro de la situación le empecé a preguntar las pavadas que se pregunta la gente que se encuentra en la calle de casualidad. Y ella me fue respondiendo punto por punto como si fuera un agente de la ley a punto de ponerle una multa por exceso de velocidad.
La gente se iba acomodando en el anden en medio de la avenida y la situación se iba poniendo interesante hasta que ante la fatídica pregunta de donde trabaja me contestó, más suelta de cuerpo, que desarrollada funciones en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como secretaria de un ministro y que además milita para el PRO, que casualmente, gobierna la Ciudad de Buenos Aires.
Ahí sentí que el piso se me movía como samba y mi propia implacable sonrisa de dientes imperfectos ya no era la misma que hace una pregunta atrás.

- Sos como la nueva Traudl Junge -le contesté en tono jocoso.-
- No se quien es –me respondió-

Al momento de develar el morboso chiste la valentía se me fue cayó al piso del andén y se fue corriendo hasta Pacifico. Hasta yo me puedo dar cuenta que compararla con la secretaria de Hitler era un golpe demasiado bajo para decirle a alguien que hace años que no veo. Entonces le inventé algo sin el menor sentido para salir del paso.
Que ironía pensé, encontrarme a una ex pareja transformada en una chica Mauricio en el estúpido y horrible Metrobus. La persona que antes era la luz del sol en mis ojos ahora se estaría vengando y burlando del amor que alguna vez le brinde militando para el macrismo, pero ¿Qué le podía decir frente a tamaña confesión?

- Bueno mirá, milito en la Campora, lloré cuando murió Néstor Kirchner, leo Página 12 y El Argentino, escucho Radio Nacional, miro 6,7,8 y si fuera por mi quemaría Clarín.

No daba ni un poco, aunque algunas fueran mentiras muy obvias y otras verdades disfrazadas no daba. Tampoco podía ser tan Fito:

- ¡Pero que hija de puta que sos! ¡Después de todo lo que lloré y sufrí por tu perdida te vuelvo a encontrar en forma de derecha! ¡Ojalá que se te caiga el techo de una escuela pública encima querida! ¡CECILIAAAAA!

Hablaría muy mal de mí seguro, aunque fuera sincero en mi deseo.
Por suerte ella presintió sin que le dijera nada que estábamos en bandos opuestos. Era la famosa crispación, esa que divide al país, la que nos tenía en veredas diferentes a los dos. Si ayer fueron problemas de entendimiento, hoy serían problemas ideológicos los que nos separarían otra vez. Pero volver a discutir y volver a pelear no estaba en mis planes, no en este momento.
Fue una suerte para mi haberme quedado sin preguntas cuando se asomaba, por el carril exclusivo del orto, su colectivo. Me dijo que ande bien, que fue un gusto volver a verme y todas esas cosas que se desea la gente cuando se encuentra en la calle de casualidad. Subió al colectivo y se fue como se fueron en su momento tantos momentos y deseos compartidos por ambos alguna vez.
Y ahí me quedé, solo, fumando en el andén, como alguna vez me quedé esperando el futuro, ese día me quedé esperando simplemente, una promesa más…

“Yo quiero ser una chica Mauricio, como la Gaby, como María Eugenia y la Gladys. Un poco lista, un poquitin…”

Juan.-
Julio 2011

lunes, 18 de julio de 2011

La selección que todos queremos

En caso de que el Checho Batista no continúe como técnico de la selección mayor de fútbol, la gestión te adelante los diez posibles reemplazos para ocupar el puesto.



Puesto número 10
ANGEL CAPPA

El intelectual del fútbol, el que sacó subcampeón a Huracán y fue técnico de los descendidos River Plate, Gimnasia y Esgrima de la Plata y Huracán.
Un militante del buen fútbol, comprometido con sus ideas, Peronista y el creador del “Tiki Tiki”. Además viene con máquina de humo incluida.
¡Pastore, Bolatti y Nieto a la selección!



Puesto número 9
RICARDO CARUSO LOMBARDI

Un tipo que conoce todas las categorías y las canchas más pesadas de nuestro fútbol. Un técnico con criterio, con temple, con actitud… Y que además fue el único hombre que le mangeó un par de plasmas al ex presidente Néstor Kirchner para los jugadores de Racing.
“Yo no le dije gordo falopero, le dije gordo comilón”
¡Grande Caruso!



Puesto número 8
DANIEL “EL PROFE” CÓRDOBA

Un salvador de equipos a punto de irse a la B. El que lo puso a Martín Palermo como titular en Estudiantes. Un incomprendido:
“A mí me daban piedras y les sacaba agua. Y si me dan rosas, les saco perfume. Pero no se me valoró. Yo empecé a hablar de tácticas numéricas y decían que pasaba números de teléfono. Hoy todos hablan así. Yo fui un adelantado y como tal, un incomprendido…” y un comediante de medio tiempo:“Tengo más puntos que el Boca de Bianchi” en relación al confuso episodio con una señorita que al parecer no le gustaba mucho su forma de dirigir fuera de la cancha y que se pusieron a jugar al Zorro con un tramontina. Adivinen quien ganó…



Puesto número 7
CARLOS SALVADOR BILARDO

El entrenador del último mundial ganado de la Argentina hace 25 años y que todavía sigue robando con eso desde hace exactamente 25 años.
El doctor, el resultadista, la antitesis del fútbol de Menotti, el del bidón contra Brasil, el que fue secretario de deportes de la provincia de Buenos Aires, el que tuvo un programa de televisión, el del Champán en la cancha de River. El traidor sin códigos según Maradona.
OTRA OPORTUNIDAD! OTRA OPORTUNIDAD!
“Señorita esto no contiene bebida alcohólica, señorita esto es Gatorei.”



Puesto número 6
RICARDO LAVOLPE

Revolucinó el fútbol mexicano durante veinte años y todavía sigue diciendo “embraye” y “loborne”. Una persona que no se come una ni con el periodismo, ni con los jugadores: “Yo siempre juego con dos que sepan. Usaba a Escudero y Mauro, con Balvorín solo arriba. El que me rompió el culo fue Castromán. Y todavía sigue hablando”
¡Vamo´Richard! El único bigote con onda en el fútbol mundial.



Puesto número 5
DANIEL FILMUS + CARLOS TOMADA
Así como Maradona Fren lo fueron en Mandiyú o Caballero Lopéz en Deportivo Español, estos dos representantes de la política K están buscando urgentemente un puestito en algún lado donde pueden dirigir algo por si se pincha el balotaje con ya saben quien.



Puesto número 4
LUIS VENTURA

Es periodista de espectáculos, director de una revista del corazón y además dice ser director técnico. ¿Sus referencias? Inventó la presunta virginidad de Wanda Nara, publicó las últimas cartas personales de Juan Castro después de matarse y la foto de Javier Portales en terapia intensiva.
Montó una cámara oculta mostrando a un ganador de GH comiéndose a un pibe entre otras cosas.
Ah, me olvidaba, también dirigió al porve.
Pero a pesar de haber nacido en Brasil, lleva la celeste y blanca en el corazón…
“¡SO´VO´!”



Puesto número 3
RICARDO BARREDA

Está en libertad condicional y tiene ganas de dirigir.



Púesto número 2
EL PANEL DEL SHOW DEL FÚTBOL

Tendríamos a un dream team en el banco de suplentes:

-Un conductor y periodista del interior vende humo.
-Dos ex campeones del mundo que la única S que pronuncian es la de “Nasta”
-Un ex técnico interino que lo rajaron por escupir a un jugador contrario en pleno juego.
-Un ex jugador de fútbol y ex conductor de un programa de golf en la televisión argentina.
-Un periodista partidario de River que no lo quiere a Messi en su plantel y que en cualquier momento le da un bobazo en vivo.
-Además está Leto.



Puesto número 1
JULIO HUMBERTO GRONDONA

“Para pensar como yo, nadie como yo”. En una de esas Don Julio se cansa de rosquear con el gobierno, con el grupo Clarín y forma su propio cuerpo técnico para selección argentina con Passarella de ayudante, Gámez de preparador físico y Vila de quinesiólogo.
“La era TODO PASA”

martes, 12 de julio de 2011

GRACIAS POR SER MAURICIO MACRI



GRACIAS POR JORGE “EL FINO” PALACIOS:

Designado Jefe de la flamante Policía Metropolitana.
Procesado en la causa AMIA por considerarlo: “Partícipe necesario del delito de encubrimiento, autor penalmente responsable del delito de abuso de autoridad y autor del delito de violación de medios de prueba”
Responsable de los homicidios cometidos por la represión policial en Plaza de Mayo el 20 de diciembre de 2001
Procesado con prisión preventiva por el espionaje telefónico a Sergio Burstein, un familiar de víctimas del atentado a la AMIA, al ser considerado el ideólogo de la maniobra ilegal ejecutada por un ex subalterno, el también detenido Ciro James.

GRACIAS POR CIRO JAMES:

Elegido para hacerse cargo del sector de inteligencia de la policía Metropolitana.
Procesado por realizar escuchas telefónicas ilegales.
Además de tener un contrato por 72 mil pesos anuales en el área de auditorias externas del ministerio de educación de la ciudad.

GRACIAS POR LOS 450…METROS DE SUBTE:

“¿Qué somos nosotros? ¿IDIOTAS que no podemos construir a 15 kilómetros por año? Nosotros tenemos que construir por lo menos 44 kilómetros en tres años y resolverle el problema a la gente pero para eso hay que romper con el CLIENTELISMO. Hay que saber contratar, hay que saber construir, hay que saber dirigir, hay que saber administrar. No se puede seguir denunciando y denunciando” (Mauricio Macri 2007)

GRACIAS POR LA UCEP (UNIDAD DE CONTROL Y ESPACIO PÚBLICO)

Organismo público de la ciudad de Buenos Aires que fue creado por el jefe de Gobierno de la ciudad.
La UCEP es un grupo de tareas que fue denunciada por la Defensoría del Pueblo, partidos opositores, periodistas, vecinos y personas sin techo damnificadas, por ejercer violencia física y verbal contra indigentes y sustraerles sus pertenencias.
El caso más resonante fue el de una mujer embarazada que denunció no solo haber sido golpeada e insultada, sino también haber sido abusada sexualmente por miembros de la UCEP, lo que derivó en un desplazamiento de placenta constatado por personal médico del hospital Ramos Mejía.

GRACIAS POR HACERME ENTENDER QUE TODO QUEDA EN FAMILIA:

“Iecsa” y “Creaurban” son dos empresas que pertenecían al Grupo Socma. Franco Macri anunció su venta el mismo día que su hijo Mauricio lanzó la candidatura a jefe de Gobierno. Pero las compró su sobrino y a pagar en cuotas hasta 2014. Ahora esas empresas se adjudicaron licitaciones millonarias para construir dos pasos bajo nivel, dos torres en Puerto Madero y los aliviadores del arroyo Maldonado.

GRACIAS POR HACERME ENTENDER QUE NO TENGO QUE SALIR A BUSCAR EL MEJOR PRECIO CUANDO LA PLATA LA PONE EL OTRO. Y QUE LO PRIMERO NUNCA SERÁ LA EDUCACIÓN PÚBLICA:

Cada netbook le cuesta a la ciudad 919 dólares. Las mismas netbooks le costaron al gobierno nacional 323 dólares.
¿Quién provee esas computadoras tan caras? PRIMA, una empresa del Grupo Clarín justamente que no se dedica a vender computadoras.

GRACIAS POR HACERME ENTENDER QUE SIEMPRE ES BUENO IMITAR A LOS EUROPEOS:

“Curioso: Los argentinos eligen a un candidato con dos procesos judiciales graves abiertos”.
Diario “El país” (España) Edición digital del 11 de julio de 2011

GRACIAS POR HACERME ENTENDER QUE LOS NIÑOS SIEMPRE SERÁN NIÑOS:

La mortalidad infantil en la ciudad de Buenos Aires alcanzó el año pasado una tasa de 8,3 fallecimientos por cada mil nacidos vivos, lo que equivale justo un punto por encima del 7,3 que registró en 2008.
Infobae Junio de 2010.

GRACIAS POR HACERME ENTENDER QUE PUEDO USAR LO PÚBLICO EN BENIFCIO PRIVADO (SIEMPRE Y CUANDO TRABAJE PARA LA CIUDAD Y EN EL PRO)

El Banco Ciudad tiene utilidades por 613 millones de pesos y para un crédito hipotecario de 70 mil dólares te piden 11 mil pesos de ingreso del grupo familiar y 4400 pesos por cuota.
La Ciudad otorgó aproximadamente 5156 créditos hipotecarios a tasa fija de 18 por ciento (21,5 con costos financieros) y con un promedio de 113 mil pesos por préstamo”.

Funcionarios del Pro que sacaron créditos:

- María Eugenia Vidal. Tiene una deuda de 311 mil pesos, por la que paga una cuota mensual de 4900.

- Juan Curutchet. El vicepresidente del banco sacó hace pocos meses un crédito por 607 mil pesos y paga una cuota de 9700 pesos por mes. La carta orgánica del banco le impide hacer operaciones en su entidad, pero exceptúa explícitamente los créditos hipotecarios para refacciones.

- Enzo Pagani. El legislador PRO tiene un crédito por 347 mil pesos. Paga una cuota mensual de 5560 pesos.

- Emilio Lanza. El gerente general del banco también tiene un crédito de su propio banco. En su caso, es por 64 mil pesos.

GRACIAS POR TUS VOTOS:

- En contra de la ley de salud reproductiva que permite que todas las personas tengan acceso gratuito a métodos anticonceptivos y asesoramiento médico.

- A favor del torturador Luis Patti para que asuma en el congreso de La Nación.

- A favor de las leyes de impunidad que detenían el procesamiento de los responsables de la última dictadura militar en el país

- En contra de la unión civil para homosexuales en la ciudad de Buenos Aires.

GRACIAS TOTALES POR:

- El aumento del ABL en un 300% en 2 años.
- Duplicar la cantidad de cargos políticos en el gobierno:
De 346 en el 2005 a 644 en el 2010.
- Aumentar 2 millones de pesos la deuda de la Ciudad.
- Aumentar el costo de la recolección de basura de 662 a 1500 millones de pesos.
- Prometer mejorar la educación. Por primera vez en 10 años no se garantizó 180 días de clase.
- Recortar el presupuesto a comedores escolares para aumentar el gasto en publicidad.
- Tener de prioridad el arreglo de veredas que en obras para la educación y la salud.
- Tener el porcentaje del presupuesto en salud más bajo de la década.
- Tener el porcentaje del presupuesto en gasto educativo más bajo de la década.
- Gobernarnos con déficit en la ciudad más rica del país
- Vetar 77 leyes votadas por la Legislatura, la mayoría de ellas sobre políticas sociales y algunas presentadas por tu propio partido.
- Cerrar centros culturales en todos los barrios. Teatros, cines, grupos de música y actividades que fomentaban la participación de los vecinos. Que algunos hasta el día de hoy siguen resistiendo.


GRACIAS POR SER MAURICIO MACRI
Procesado por: “Violación de secretos, abuso de autoridad y falsificación de documentos públicos en concurso con el de asociación ilícita (en carácter de miembro), como partícipe necesario.



Un vecino de la ciudad de Buenos Aires. (Que no es Fito Paez)

lunes, 20 de junio de 2011

Camargo y Lavalleja



Supuse que cada encuentro lleva su desencuentro.
Que no todos los caminos conducen al mismo lugar. (O tal vez si)
Que todas las canciones tenían un final.
Que las mil palabras que uso, a veces, no pueden explicar lo que siento.
Supuse que el tiempo no marca las horas del pensamiento constante e inalterable que me hunden cada vez que me siento hundido. O tal vez sea el camino más largo para llegar a donde quiero estar.
Supuse que el mejor final a veces puede terminar mal.

“Scream at me until my ears bleed im taking heed just for you…”

lunes, 13 de junio de 2011

En la multitud



La soledad no es peor que reconocerse en una hoja en blanco. Por el contrario, la soledad es reconocerse cuando esa hoja está llena de palabras y más aun cuando las envuelve signos de pregunta.
La verdad no es peor que entender la realidad. Cada cual entiende y acepta como puede su verdad cuando reconoce que la del otro también es la verdad.
Aun así es inevitable, por momentos, no sentirse desamparado. No sentir el profundo vacío que deja quien vino a ocupar un espacio. Quien se supone que fue alguien que llegó de una manera tranquila, silenciosa, casi pidiendo permiso a irse de un portazo y sin saber nada más.
Y el no saber nada más es peor que cualquier portazo, cualquier grito y cualquier escena de riesgo. Es lo más parecido a la muerte y lo peor de reconocerse en la muerte es saber que todavía está ahí. Que camina tus mismas calles, que toma tus mismos atajos y que sabes que quizás en algún momento te la puedas encontrar. Aunque en la multitud no pueda reconocerte.
Pero aunque en la velocidad de la ciudad se nos olvide de muchas cosas y en la multitud uno se pueda perder fácilmente, siempre quedará la noche, en el momento en que uno se encuentre como una hoja en blanco mirando al techo y envolviéndose en preguntas frecuentes tratando de entender la realidad de la verdad ajena.

Junio 2011
En casa.

lunes, 6 de junio de 2011

Una mala idea (Preludio de un naufragio)




Yo sabía que era una mala idea. No solamente sabía que era una mala idea, también era algo estúpido, sin el menor sentido, un claro error, una perdida absoluta de tiempo. Sin embargo lo hice.
No solamente lo hice si no que además no me importó en lo absoluto pensar en sus consecuencias. No fue una prueba, no fue traspasar un límite, no fue querer jugar a ser alguien que no soy. Fue simplemente eso: Una mala idea.
En realidad quería saber hasta donde podía llegar, hasta donde era capaz de darme cuenta. Entonces me di cuenta que, el hasta donde, es querer descubrir un límite.
Y ese límite llegó cuando la vi. Aquel instante de esa mañana donde el viento parecía detenerme por cada paso en falso que daba, por cada palabra que no decía nada, por cada pensamiento y por cada sensación extraña, noté en sus ojos de mar profundo que las cosas jamás volverían a ser igual. Que por extraño que parezca la lluvia puede convertirse en tormenta y uno puede naufragar meses enteros para luego terminar hundiéndose para nunca volver a salir a flote.
Ahí me vi: En esos ojos, me vi hundido, sin palabras, ni fe ni esperanza. Me vi tan pobre y tan rico de sensaciones encontradas que no supe para donde salir nadando.
No era una mala idea intentarlo, fue una mala idea creer que intentándolo podría cambiar las cosas, poder salir a flote, querer gritar tierra. Poder cambiar una historia que ya estaba escrita desde hace tiempo y que solo podía leerla, justamente, en sus ojos de mar profundo.
Lo que realmente era importante no me importo y eso fue una gran imprudencia. No ver venir la ola que rompió mi barco de papel construido y escrito con tanto esfuerzo fue un claro síntoma de no quererme. Renunciar al amor propio es peor que tener una mala idea y hasta el día de hoy nada puede justificar ese error.
Sin embargo hubiera regalado mis mejores palabras con tal de seguir atravesando ese mar. Hubiera empeñado lo mejor de mí con tal de seguir allí, frente al timón viajando sin dirección sintiendo el viento en las velas y los rayos del sol en mi alma.
Pero me quedó la más cobarde de las verdades, la más siniestra realidad y por poco casi muero ahogado y ahí me di cuenta, cuando por fin la vi, que si antes no sabía que pasaba, ahora sabía que estaba a 70 mil leguas de saber lo que pasaba.
Ella no aceptó mi mejor despedida, y si me quedaba sabría que volvería a morir ahogado en sus ojos de mar profundo transformados en tsunami, entonces le toqué el corazón en señal de redención y me fui jurándome no volver atrás. Y seguí caminando todo ese tiempo sin volver la vista atrás.
Llegué a casa, guardé la despedida, agarré un papel y empecé a construir un nuevo barco de papel para jurarme a mi mismo volver a zarpar cuando este listo.
Quizás una mala idea sea el comienzo de una buena idea…

Juan.-
Junio 2011

martes, 31 de mayo de 2011

INDICACIONES PARA RECONOCER EL SÍNDROME DEL CORAZÓN ROTO



A saber:

- Intenso dolor de corazón o alma o ambos.
- Depresión del sistema inmunológico.
- Producción de llanto incontenible.
- Falta de apetito.
- Sensación de fatiga.
- Incremento excesivo de nicotina en cuerpo (no excluyente).
- Perdida de ganas, cabello y amor propio (según la involución del paciente)

Se recomienda:

- Tratar en lo posible de no recordar momentos felices y/o agradables de la persona causante del síndrome.

- Se recomienda no masturbarse trayendo al recuerdo del elemento causante del síndrome. Utilice otros recursos de otras personas para el mismo fin.

- Evitar tener cualquier tipo de contacto con el individuo mientras persista el cuadro por prevención a ocasionarse una mutación del mismo trasformando todo su ser en odio, ira y resentimiento.

- Evitar caer en tentaciones tales como tirarse debajo del Sarmiento y cualquier actividad no frecuente a su vida diaria.


Duración del cuadro:
El tiempo que necesite su corazón. Es importante escucharlo, si lo hace estará más cerca de sentirse mejor.

Dr. Varela

Abril 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

DECISIÓN



“Las decisiones más dolorosas son las más acertadas” fue lo primero que pensé aquella mañana otoñal en donde mientras me arrastraba al baño, mis ojos colgaban como dos novatos equilibristas sobre mis mejillas, mi boca estaba podrida, pastosa y sin saliva y un fuerte dolor de alma viajaba por todo mi cuerpo en forma de montaña rusa. Sin embargo fue lo único que puede sacar en claro, la única frase que se repetía por cada teoría que intentaba construir sobre el asunto.
A la vez recordé mirándome atónito frente al espejo otra viaja frase conocida que rezaba: “El sujeto se convierte en hombre cuando toma decisiones”. Supuse entonces que dolorosamente me había convertido en un hombre. Pero no me sentía más hombre de lo que era cuando tome aquella decisión. Sinceramente me sentí más chico, más diminuto, casi ínfimo.
A pesar del agua sobre mi incendiada cara me seguía arrastrando. Me seguía doliendo y mucho, todo mi yo estaba convertido en un horrible dolor de alma. Mi único deseo era quedarme en la cama mirando el techo o el costado, daba igual, quería quedarme en un estado de momificación pero sin estar muerto, solamente en estado de pensamiento constante.
Aunque no había mucho sentido en mi deseo, tampoco había alguien que me lo pudiera cumplir, entonces tuve que generar mi propia resurrección en menos de media hora para no llegar tarde al laburo.
Tomar decisiones no era lo mío, nisiquiera sabía como se escribía correctamente. Siempre ante la duda era las dos veces C o S. Daba igual, no me importaba realmente.
Era un descanso pensar que otro podía tomarlas por mí, como regalarle un cheque en blanco a cualquier persona mientras no me toque poner la cifra. Mientras no me toque a mí decidir. Pero tampoco no era menos hombre que antes.
¿Fue la más acertada o la única que me quedaba? Me cayó por la cabeza mientras viajaba en el subte. Ni idea, creo que fue lo que sentí en ese momento, lo que quizás me indujo al dolor de alma, fue decir o decidirme sobre lo que realmente importaba, lo que cargaba en la espalda desde hace varios meses, lo que pude demostrarle en ese momento.
A la tarde me dijeron: “El tiempo te dará la razón”. Brillante, ya me sentía mucho mejor conmigo mismo ¿Cómo no se me había ocurrido antes? Me hubiera ahorrado todas las teorías inconclusas de toda la noche anterior y parte de esta mañana. Pero que pelotudo, ¿Quién carajo te pensas que sos? ¿Un especie de Dios que baja de los cielos a este inmundo planeta para decirme que está todo bien y que el tiempo me dará la razón? Si yo nunca busqué tener razón, lo que busco es un por qué. Y dejame decirte que buscar tener un por qué es más complejo que buscar tener la razón. Además no era “una” si no “la” razón. Como si la razón fuera la única verdad cuando “la verdad” es relativa. Todo es relativo, lo único que es absoluto es el poder de la razón de cada uno.
Sabía que me tenía que haber quedado en casa, venir a trabajar era una perdida de tiempo.
Entonces volví por donde vine pero sin proponerme quedarme colgado en algo en la calle, simplemente caminarla, descubrirla y también descubrirme. Sentía que ya eran suficientes preguntas por hoy. Ya no me arrastraba tanto como antes pero el dolor de alma seguía igual.
Sentí que solo era cuestión de esperar y hacer un pequeño funeral de los recuerdos. Pero nunca me propuse esperar demasiado, no quería terminar creyendo que solo era una cuestión de tiempo, si no de asimilación.
La asimilación de tomar una decisión dolorosa puede llevarme cinco etapas o esquivas sensaciones como el enojo, la tristeza, la negación, la depresión y finalmente la aceptación. Me encontraba sin dudas en la tristeza casi llegando a la negación.
Creo que llegué a mi casa con la negación. Me tiré en la cama y no supe más que hacer, no lo quería entender ¿Por qué? Porque es horrible sentirse así, tan vacío, tan absurdo, tan inconstante. Minutos después había entrado en la depresión y me largué a llorar.
En un abrir y cerrar de ojos el día trajo a la noche sobre mi ventana. Prendí una luz y caminé, ya sin arrastrarme, hacia la cocina, tome un vaso de agua y fui hasta el living. Necesitaba salir de mí por un instante, necesitaba sacarme el dolor del alma pero desgraciadamente, para mí, seguía allí.
Aquellos ojos que antes me miraban con amor desde aquella noche anterior y para siempre me mirarían con miedo. Como tratándome de decir que no lo hiciera, sin embargo lo hice y fue la decisión más dolorosa que tuve que tomar y por ende fue la más acertada. Supongo que me habría convertido en un hombre y que el tiempo quizás me daría la razón.
Terminé de limpiar su frágil cuerpo, herido, lleno de sangre, acomodé sus delicados brazos sobre su regazo, cerré sus ojos, acaricié su fría y marchita piel y me senté a su lado. Prendí un cigarrillo y le conté muy entusiasmado alguna historia del pasado. Esas que siempre odiaba que le contara.
En un instante el dolor de alma había desaparecido por completo. Había llegado a la aceptación.
Sin perder la sonrisa.

Fin.

miércoles, 11 de mayo de 2011

PRIMERA y (Última) SALIDA (femenino)



No me interesa. En realidad no me interesa en lo más mínimo para ser estrictamente sincera, nada, ni un poco.
Estamos los dos frente a frente desde hace más de una hora y lo único que sabe hacer es hablar de si mismo todo el tiempo y encima me tira poses de ganador con esa remerita tres talles menor para que le admire esos horribles músculos de gimnasio para putos que se creen hombres mirándose al espejo. Es realmente patético.
No se de que me está hablando, bah, tampoco me interesa, seguro intenta convencerme de que vayamos a garchar, que será lo mejor que me pueda pasar en la vida. Que falta de respeto, nisiquiera es capaz de pedirse algo como la gente. Speed con vodka. Que pelotudo. ¿Será verdad que si te tomas uno de esos y al otro día jugas al fútbol te da un bobazo? Quizás le tire la onda, en una de esas cumple mi deseo, que se yo.
Dios mío, para esta cosa me maquillé, me cambié y salí de mi casa. Suerte que por lo menos vino con el auto, que de seguro es del viejo. Para mi que le estuvo quemando la cabeza durante un mes para que se lo preste para salir conmigo ja ja ja. Que privilegiada me siento, He Man me sacó a pasear en su auto y me trajo a este bar de mierda en donde si le pedís una picada te traen un dvd de película Rápido y Furioso. Suerte para mi que por lo menos tenían fernet, aunque el muchacho que tengo en frente mío, si, el boludo este, me ofreció compartir un “Frizze” y que por supuesto le dije que ni en pedo, pero sutilmente.

- Gracias, pero no me caen bien los vinos espumantes

Mentira, me dan ganas de vomitar hasta por las uñas y si es en su cara o en el auto del padre mejor.
Si hay algo que nos diferencia de los hombres es nuestra sutileza y el poder para hacernos las boludas, entonces ¿Cómo hago para decirle que me intimida un poquito que me esté relojeando las tetas todo el tiempo? Tampoco fui demasiado discreta para vestirme, digamos, si las tengo ¿Por qué no voy a mostrar? Sin contar que me puse el jean más ajustado para que se me marque bien el orto y seguro este pibe está incendiadísimo esperando que le de algún tipo de señal para ir a garchar, pero ni en pedo. Tampoco le voy a dar una mínima chance de hacerlo porque no soy una histérica. Pero bueno, un toque de maldad no está nada mal de vez en cuando.
Primero me habla de su vida (interesantísima por cierto) después de sus logros, luego de sus músculos y ahora me pregunta “¿Qué es lo que los hombres más admiran de mí?” Ummm, que pregunta, quizás si le digo como chupo pijas el muchacho sería capaz de producir un derrame lácteo al instante y puede que me manche las zapatillas. Mmmm…

- ¿Mis ojos?

Buena respuesta. Ahora que quiere, ¿Saber como soy en la intimidad? Wau. A ver, quizás si le digo lo que él quiere escuchar se entusiasme y se intente propasar y me pueda dar una buena razón para mandarlo a la mierda. No se, vamos a probar: “Soy re gauchita, entrego el orto fácil, me encantan las perversiones y tengo un disfraz de colegiala en la cartera para que me tomes lección oral cuando quieras”. No, un poco fuerte ¿Qué carajo le puedo decir?

- Ay, no se, es un poco rápido para hablar de esto en la primera salida ¿No?

Y si, sos demasiado goma querido, mirá como me haces hablar, aun así pensas que podes tener chances conmigo.
Escucha a Sabina, bárbaro, ahora me quiere entrar por el lado intelectual, nisiquiera debe saber que es español, en realidad nisquiera debe saber que canta.
Los hombres, por lo general, se matan por intentar hacernos creer que son inteligentes, sensibles y que saben escuchar. Yo también soy una boluda, ¿Cómo fue que terminé en esta situación con mister pescado? Quizás me lo merezco. Ay Dios… decime de una vez que querés ir a garchar así te puedo decir que ni en pedo.
¿Cuentas pajas se debe haber hecho este pibe conmigo? ¿Y si se lo pregunto? Solo de curiosa, que se yo, nah, es demasiado para una sola noche, igual que más da, si está hablando y hablando y me pregunta cosas como si fuera una adicta al sexo, que me muero porque me la ponga con esos músculos y esa impronta de macho dominante “Si...Si papi, dame duro que me encanta, dale llename toda de leche que soy tu puta come pija…” Que hijo de puta… Que boluda que me siento.
Perfecto, ahora se me hace el místico….

- ¿Y si pedimos la cuenta?


Fin.-

jueves, 5 de mayo de 2011

Primera y (Última) Salida...



Una historia en cualquier bar, en cualquier noche, en cualquier ciudad. Te puede pasar a vos, a él, a mi, a ellos. A todos.
Suerte para mi que pude entender el estigma de esta persona. Se lo dedico a él con todo mi cariño…

PRIMERA y (Última)SALIDA
Abril 2011

No me interesa. En realidad no me interesa en lo más mínimo para ser estrictamente sincero, nada, ni un poco.
¿Cómo fue que llegué a esto? Ni idea. Mi problema es que no puedo decírtelo para no parecer descortés, pero es lo que siento, lo único que me sale pensar, pero no decir.
Estás ahí, en frente mío levantando el vaso una y otra vez, abriendo la boca una y otra vez para meter tragos y tragos de cerveza como si fuera agua bendita mientras estamos atrincherados en este bar de mierda con la birra más cara del universo con muchísima gente a nuestro alrededor, la música al palo y sin un mínimo grado de intimidad.
Aun así te las arreglas para contarme con lujo de detalles todos tus trastornos, tus miedos, tus incertidumbres, pesadillas, dudas, males, sospechas y conspiraciones. Me tratas como si fuera el número de asistencia al suicida pero vos te crees que me contas cosas copadas para que no piense que solo sos un terrible orto caminando. Lamento decepcionarte, pero no me interesa saber que tan acomplejada con tu cuerpo estas, ni que es lo que piensan los demás de vos o si crees que Dios existe o es un invento de Facebook.
Sin embargo a pesar de mi cara de cola de trámite bancario trato de ponerle la mejor onda, total es esto o quedarme en casa matándome a pajas pensando en otros culos y otras tetas, aunque cada treinta segundos me vuelvo a replantear que idea es mejor en este momento.
¿Por qué me tengo que estar sometiendo a esto? No soy tu terapeuta, y si lo fuera tampoco me lo bancaria aunque te cobrara doscientos dólares la hora. Todo lo que dice es tan trillado, tan de película berreta, tan “Teenagger” y lo único que se decir es: “Ah” “Aja” “mirá” “claro” mientras tomo la cerveza de oro de a sorbos y pienso en tu entangado ocote.
Entiendo el imaginario popular de la primera salida, el concepto de la conquista y lo que todos llaman “el juego de seducción”. Lo que no entiendo es si vos entendes lo que yo entiendo por una primera salida. Hay superar el miedo, la vergüenza, el romper el hielo con algo, pero sos lo más parecido a un buque rompe hielo haciendo mierda toda la Antártida. Tenes una verborragia digna de un monólogo de Pinti y una expresión corporal digna del mejor ataque de epilepsia que pueda sufrir un ser humano… ¿Serás humana o simplemente Dios me está castigando por algo que me habré olvidado de confesar? Lo único que me puede salvar de esta situación es que me agarre una catalepsia, te creas que estoy muerto, me dejes en el Fernández y si te veo no te conozco. No se, es tan desesperante y yo como un boludo me puse el mejor perfume, para que, para esto, para escuchar al femenino de Leo Masliah recitándome en menos de una hora sus mejores cien momentos más tensos y angustiantes de su vida. Que hija de puta.
Intento desesperadamente inventar algún juego mental para no terminar en coma por “exceso de información no interesante” no puedo nisiquiera emborracharme para que me resulte más divertido, estoy más sobrio que cura en misa, estoy condenado a fumarte por el resto de la noche.
¿Cómo carajo hiciste para estar de novia? Me hablas de muchas ex parejas que no han prosperado porque “no daba más la situación”, pero que hija de puta que sos, aunque sea decime la verdad: “me dejaron porque les quemé tanto la cabeza que terminaron internados. Mandé más tipos al hospital que Mike Tyson”.
Seguramente debes pensar que la estoy pasando re bien, que me siento en Disneylandia, pero nada que ver, ya me duele los músculos de poner esta cara de pelotudo.
¿Cuándo podríamos empezar hablar de garchar? Digo, no por nada estamos acá, a no ser que pienses que realmente me interesa saber que tu amiga del alma tiene problemas conyugales porque a su novio le gusta jugar a la Play Station con sus amigos. Ehhh no, no me interesa. Bien podría invitarte a un telo y que mi chota se conozca con tu culo y que hablen en el vulgar lenguaje del garche por el orto de una noche y que treinta segundos después de que acabe te conviertas en una grande de muza. ¡Qué gran plan! Pero no, lo veo totalmente imposible.
Genial, ahora parece que el pobre tu gato se quiso escapar de tu casa, como lo entiendo, ojalá algún día lo logre…

- ¿Pedimos la cuenta?

miércoles, 20 de abril de 2011

Cuando el amor te suelta la mano (caes al piso, te golpeas la cabeza y morís por perdida de masa encefálica y contusiones varias)



Existen ciertos momentos en el que el amor se vuelve confuso. Esa misma confusión nos hace replantearnos si aquello que sentimos alguna vez y que creíamos que podría ser para siempre resulta ser falso, algo así como la estafa de la ilusión.
El amor en cierta medida, además de ser un sentimiento, es una construcción hablando estrictamente del amor mutuo entre dos personas.
Hay ciertas normas que se implementan (o no) tácitamente sobre la conducta a seguir de cada uno dentro de esa pareja. Estas normas se basan en las propias construcciones culturales que cada uno carga con su historia. Por ejemplo ¿Qué es la fidelidad?
Exponer al amor a un tratado firmado simbólicamente con la promesa de ambos de que a partir de ese momento se transforman en novios y por ende algunas de sus libertades individuales desaparecen es ridículo. Léase también como tener la exclusividad de esa persona para uno mismo y viceversa, que también es ridículo.
Tampoco hay que ser dramático. Cuando uno logra encontrar a la persona indicada no le importa perder ciertos privilegios. Quizás antes nisiquiera los aprovechaba y le termina importando un carajo ya que lo más importante (en este momento) es estar sentimentalmente relacionado con la otra persona. Siempre y cuando esos privilegios o libertades perdidas no nos condicionen o nos perjudiquen en un futuro.
El amor es confuso porque es peligroso, y es peligroso porque se pone en juego (y se expone) muchísimas cosas de uno. Se resume a que cualquiera abre su corazón y no existe (o si) el mínimo temor a volver a ser lastimado, por eso es peligroso, porque no se sabe lo que puede pasar. El amor es totalmente inestable, nadie está exento de que lo lastimen, lo traicionen, le sean infiel, lo ignoren o simplemente lo terminen odiando. Nadie.
Y sin embargo no podemos andar por la vida pensando en estos improbables. No lo debemos hacer porque nos debe atraer ese peligro, esa inestabilidad, ese riesgo. El amor nos debe perforar bien hondo y lo demás no lo sabremos hasta que lo vivamos. Y es una realidad: NADIE muere por amor. Nadie
Podemos actuar de tantas maneras, ante una misma situación, como personas existen. Si un día el amor muere podemos llorar en conmemoración a aquella ilusión que construimos y que un mal día se terminó.
Podemos odiar a la otra persona que antes amábamos y creer que aquello en lo que creímos fue toda una mentira, que nos estafaron, que nos quedamos sin nada por culpa del otro.
Podemos mentirnos y creernos que el otro tuvo la culpa de todo cuando no toleramos asumir nuestros propios errores y así es mucho más fácil pasar por alto toda la reconstrucción del ser. Todas las preguntas, todas las angustias y todos los porque.
Podemos simplemente asumirlo y seguir adelante pagando el costo que queramos pagar.
O podemos negar todo y seguir adelante, sin amor, sin odio y sin dolor, como si volver a empezar fuera exclusivamente volver a empezar.
Lo que no podemos hacer es tenerle miedo al después, al vacío, al volver a empezar. No debemos tenerle miedo a perder aquello que nos costó tanto conseguir. Porque si uno tiene miedo a perder al otro aun sabiendo que tiene millones de razones para tener que hacerlo y no lo hace, a eso se le llama sometimiento, y el sometimiento es la principal causa de suicidio ideológico en el mundo y luego la condena mayor: La muerte del ser.
El amor no se trata de papeles, ni de arreglos tácitos ni de convenios en conjunto. No se puede banalizar llenándolo de caracteres. Tampoco se lo puede poner en un lugar de fantasía con promesas sacadas de película de Hollywood ni algo que sea para siempre, porque ni Highlander fue eterno ni uno mismo es inquebrantable.
Nisiquiera lo creen las grandes instituciones que predican y unifican al amor. Ni el cura, ni el monaguillo ni la señora que pide monedas en la puerta de la iglesia para darle de comer a sus hijos. Pero nosotros jugamos a que eso puede suceder, nos podemos convencer de que el amor puede ser para toda la vida y ahí nuevamente aparece el peligro. El peligro de jugarlo todo y perderlo todo.
No es hipocresía pensar que una pareja puede amarse para toda la vida hasta que la muerte los separe, pero puede que la muerte los separe rápido o que sea una mera y simple ilusión.
Entonces el amor no deja de ser, además de lo mejor que nos puede pasar, un juego de poder, la construcción de un espacio de amor y respeto mutuo. Un intento por lograr un equilibrio que nos deje estar bien con el otro y con nosotros mismos.
La posibilidad de encontrarle una razón a la existencia, de conseguir ser feliz en ese espacio, de encontrar contención, de llenar vacíos, de creernos libres y de jugar a la inmortalidad del ser.
De ahí en adelante todo el resto depende de cada uno.

miércoles, 13 de abril de 2011

Los 10 mejores amores platónicos famosos no gatos

Luego de varios días de pensar, buscar, hacerme la cabeza y de realizar una durísima selección aquí están: “Los 10 mejores amores platónicos famosos no gatos”.
Un ranking que va desde actrices, periodistas, personajes de la tv y hasta dibujos animados de todos los tiempos.
Lógicamente que esto es muy personal. Cada uno tendrá los suyos. Estos son los míos.
¡A deslizarse!




PUESTO NÚMERO 10
Lucero Sonico/Judy Jetson
Mi primer amor platónico desde la más tierna infancia. Apenas era un niño queriéndome convertir en un hombre cuando la conocí.
La verdad no se que cuerno le vi, pero bueno, el amor es así…



PUESTO NÚMERO 9
Audrey Justine Tautou en el personaje de Amelie.
Cualquiera tipo con un poco de corazón podría pensar, después de ver la película, “que mina más loca, me encanta” y claro, no es un símbolo sexual pero tienen con que la francesa.
Está para llevarla al parque Rivadavia un sábado a la tarde en bicicleta a ver vinilos y luego llevarla a comer a un bodegón o ver películas independientes del Bafici en un cine del centro a cinco pesos la entrada. Un plan perfecto…



PUESTO NÚMERO 8
Ellen Page en el papel de cualquier mina mayor de 18 años.
Es verla y que se erosione el cerebro. Da toda la sensación y fantasía de pendeja que no entiende nada, pero va a llegar a los 90 años con esa misma cara de nena de bachillerato y te va a seguir dando la sensación de que sos un roba cunas.
Flaquita, chiquitita, no tiene nada para dar batalla pero la cara garpa para que entre dentro de este ranking.
Salir con ella es como ganarse un lugar en el cielo pedofílico. Pero que mujer…



PUESTO NÚMERO 7
Evangeline Lilly en el papel de Kate de Lost.
Años volándome la cabeza y el corazón mirando Lost mientras disputaba su amor entre los forros de Sawyer y Jack. Es un minón. Todo el carácter, toda la onda. A mi no me importa si mató a su padrastro, si prendió fuego su casa y es prófuga de la justicia. Me la llevo al nordelta le doy hasta Hurley vaya a “Cuestión de peso”.



PUESTO NÚMERO 6
Jowi Campobassi
Me gusta mucho su actitud machona, medio punky, medio no me cabe una. Sus tatuajes y bueno…todo el resto que es exclusivamente físico y que por supuesto lo sabe llevar muy bien.
Es para llevar a casa a chupar cerveza del pico y escuchar “Cherry bomb” de The Runaways, entre otras cosas.



PUESTO NÚMERO 5
Liv Tyler en el papel de Faye en That Thing You Do!
Además de ser hija de uno de los más grosos del rock, de haber heredado esa enorme boca de su padre, está más buena que volver al uno al uno.
Tiene unos ojazos, unas hermosas facciones. Fantástica.



PUESTO NÚMERO 4
Luciana Rubinska
El sueño de cualquier hombre, una mina que le guste el fútbol, que no te va a quemar el cerebro cuando te pones a ver cinco partidos del ascenso en un fin de semana y además de todo está buenísima.
Entró en este ranking, porque además de ser una hermosa mina, la escuché en “Basta de todo” cuando le hicieron la papeleta y ahí ya me convenció por completo. Suave…



PUESTO NÚMERO 3
Julieta Cajg, alias Cayetina.
Cayetina es una bomba. Tiene un super cuerpo, una super actitud, es del barrio (igual que Luciana) y es una de esas minas que dan placer escuchar. Además, claro está, de observarla de la cintura para arriba.
Abajo el sushi y arriba el kreplaj y la matzá.



PUESTO NÚMERO 2
Kaley Cuoco en el papel de Penny de The Big Bang Theory
Si hay algo que “The big bang theory” nos ha regalado, además de sus desopilantes aventuras, su descomunal guión de situación y sus brillantes actores masculinos encarnados en “nerds”, es sin duda a la hermosa Penny que está para darle hasta que un mono se aprenda la tabla periódica.
Las palabras sobran, solo disfrútenla en cada emisión.



PUESTO NÚMERO 1
Reese Witherspoon en el papel de June Carter Cash
Y la primera en el ranking, the best of the best, el GRAN amor platónico es, hasta el día de hoy, la hermosa ex “Legalmente rubia” Reese Withersppon en el papel de June Cartel en la película “Walk the line”.
Con ella me caso, tengo hijos, una casa, dos perros, un cadillac, una rockola y una fiambrera. Me dejo las patillas y empiezo a cantar música country.
Realmente tiene “ese algo que no se que” es increíble, era verla y que te vuelva loco, mal. No se pierdan de bajarse el soundtrack de la película donde canta. Que gran voz, que gran mujer, la puta madre, que grosa.
Dejá que sea tu Johnny Cash nena que te hago catorce hits en dos días…

viernes, 1 de abril de 2011

Palabras que duelen el peso de su ausencia



Palabras que duelen el peso de su ausencia.
Marzo 2011.
En casa.

Toda mala ilusión se reduce al recuerdo, al amargo y siempre horrible recuerdo de saber que toda mala ilusión solo sirve para recordar lo que no fue.
Solo queda la desilusión, el abismo, el miedo. Solo queda el reconocerse en el espejo, en el fin de una historia sin sueños o en el fondo de algo tan oscuro y remoto como el universo que cabe en sus ojos de mar profundo.
Todo el tiempo se reduce al olvido. Todos los veranos se reducen al comienzo del otoño y las palabras mueren en el llanto y caen en el intolerante silencio.
Todo lo vivido se convierte en espanto y todo el espanto se convierte en dolor. Y el dolor no es el fin, si no el preludio de una serie de noches sin abrigo, sin voz y sin poder dormir.
Todos los días se reducen a la ansiedad, al castigo de la espera sin poder siquiera pensar en algo más que no fuera recordar.
Toda la eternidad se reduce al fraude que produce el propio ser. Al miedo a creer, al exilio del deber. Al no poder acompañarte a sentirte sin palabras y sin fe.

martes, 8 de marzo de 2011

Ocho cuentos cortos para leer haciendo escala. Cuento 1: Nubes de enero (Última versión)




Arcoiris de Enero (Última versión)
Desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, Ministro Pistarini. (Buenos Aires, Argentina)
Enero/Marzo 2010

¿Qué podía esperar de ese momento? ¿Qué podía pensar o decir? Nunca lo supe ni nunca podría saberlo, solo apreté stop, me quité por uno momento los auriculares y la saludé.
Los sueños mueren al despertar recordaba, o al concretarlos y volver a desear, pero nadie nunca me dijo que hacer cuando ese sueño te está mirando a los ojos, cuando se enfrenta a tu propio miedo, cuando se te corta el aire y todo a tu alrededor desaparece.
Entonces creí que realmente estaba buscando a alguien, que anhelaba ese encuentro aunque no tuviera nada que decirle, aunque no buscara a nadie.
No fue una sensación cómoda, pero tampoco creí haber concretado un sueño. Así y todo cada pregunta que le podría haber dicho llevaba conmigo varios años, como un cuestionario guardado en la máquina del tiempo.
Pero todas esas preguntas y reclamos se reducirían a un insignificante “¿Cómo estas?” porque preguntar como está era querer saber que está bien, que su vida siguió igual que la mía, que desde que me desperté el planeta siguió dando vueltas y los veranos siguieron siendo veranos, que la lluvia siguió cayendo de arriba hacia abajo y que todo el universo a nuestro alrededor siguió inalterable como el mismo tiempo, ese tiempo que sentí que se detuvo por ese momento.
¿Entonces que más le podría preguntar? ¿Qué más le podría hacer recordar? Si cualquier respuesta absurda me haría feliz pero en el fondo detonaría la bomba más morbosa que jamás podría desmantelar. Cualquier cosa que le hubiera preguntado sería estúpido y sin embargo pregunté y pregunté porque no había otra cosa que hacer, porque quería robarle tiempo a su vida, ese tiempo que siempre me reclamó.
No quería detalles, ni con quien ni como ni cuando ni porque. No quería saber la verdad.
Fue como ver una parte de mi, esa parte que hace años había perdido, pero tampoco le reclamé devolución, quería que la conservara, aunque ella no supiera que la tuviera desde aquel día en que le pregunté por primera vez “¿Cómo estas?”
¿Cómo le podría explicar cuanta falta me hizo? pero sucede que en ese momento no me hacía falta porque realmente yo no buscaba a nadie.
Jamás mencionamos la palabra pasado, ni desencuentro, ni fracaso, jamás mencionamos la palabra sueño. Pero muy en fondo quería encontrarla, quería seguir soñando, aunque no buscara a nadie, para decírselo, para recordárselo, para que lo supiera, pero lo tuve que envolver en un “Nos vemos la próxima y que sigas bien” porque podríamos volvernos a encontrar en una calle, en una esquina, en algún lugar aunque ni ella ni yo estuviéramos buscando a alguien.
Ella me mostró un arco iris en su muñeca, yo le mostré la tapa dura de un cuaderno lleno de palabras, esas que siempre me han faltado para estos momentos.
Nos saludamos, ella cruzó la calle, yo seguí caminando sin mirar atrás. Me volví a poner los auriculares, puse play, prendí un cigarrillo y me levanté el cierre de la campera bordó. Esa tarde de enero se avecinaba un fuerte viento en la ciudad de Buenos Aires…

Ocho cuentos cortos para leer haciendo escala. Cuento 2: Su nombre era Paula




Su nombre era Paula
Desde el aeropuerto internacional de Carrasco.
(Montevideo, Uruguay)
Enero 2010

Su nombre era Paula pero no sabía su apellido ni su teléfono ni donde vivía.
No sabía cual era su película favorita ni las canciones que la emocionaban, nisiquiera si desayunaba. No sabía que le hacían reír, llorar ni las cosas que le diría la gente para sentirse acomplejada.
No sabía sus creencias ni sus obligaciones ni cuando fue la última vez que estuvo en su casa. No sabía las cosas que jamás volvería hacer ni las que nunca hizo ni los lugares que soñaba conocer.
Su nombre era Paula pero nunca supe a donde vacacionaba ni a quien votaba ni quien le gustaba en la secundaria. No sabía quien era sus padres, si tuviera hermanos o que series por televisión miraba. No sabía su signo si tauro, pisis o acuario, no sabía las cosas que odiaba de sus parejas, no sabía si fumaba después de comer.
Su nombre era Paula pero no sabía sus antojos, sus caprichos, sus prejuicios ni cuando fue la peor vez que se sintió. No sabía sus medidas ni su peso ni estatura ni su color de pelo favorito. No conocía a sus amigas, si es que tuviera, ni quien quiso estar con ella por interes ni cuando fue la vez que se convirtió en mujer.
Su nombre era Paula pero no conocía sus limitaciones ni sus fobias ni que toma cuando le dolía la cabeza. No sabía a quien amaba ni a quien odiaba, no sabía las cosas que le gustaban en la cama.
No sabía su pasado ni presente ni que tuviera futuro. No conocía sus modos, sus vicios ni su filosofía. No sabía lo que ella hubiera querido que supiera.
No sabía si leía, si escribía, si pintaba o quizás nunca hizo nada. No sabía su mail ni que cosas deseaba. No sabía nada de Paula, pero sin embargo seguía allí, acostada, dormida en el lugar más oscuro de mi cama, ese lugar que nunca tuvo dueña y que sabría que seguiría vacante. Lo único que sabía de ella era que mientras yo estuviera aquí lo único que sabría de ella es que su nombre seguiría siendo Paula.

Ocho cuentos cortos para leer haciendo escala. Cuento 3: Síntomas




Síntomas
Desde el aeropuerto internacional Presidente Juscelino Kubitschek.
(Brasilia, Brasil)
Abril 2010


Aquella mañana quería despojarme de todo síntoma de (ansiedad) que me embargara. La ansiedad es aquella palabra que me niego sistemáticamente a usarla en contra mío pero no he logrado, todavía, no hacerle caso a su inminente presencia. Un instante más tarde llegó la confusión.
La ansiedad y la (confusión) fueron partidarias de algún siniestro plan para que no pudiera pensar libremente, no tener alternativas, no tener opciones, en definitiva, no poder salir de mi mismo.
Pero además había algo dentro mío llamado (impulso) que contrarrestaba también con la idea de (pensar). Este impulso también anulaba mi pensamiento crítico, entonces pensé que podía estar del lado de la ansiedad y la confusión para anularme por completo y manipularme a su antojo.
Luego apareció el (miedo). El miedo no manipula pero si paraliza y si me lograra paralizar ya no habría impulso que pudiera llevarme a contrarrestar la idea de pensar libremente. Pero resulta que el miedo también impide pensar lo que uno realmente quiere hacer y como resultado de esta experimentación se hizo mas grande la confusión, la ansiedad se multiplicó y el impulso fue aun mayor que el anterior y ya no sabía en que pensar y menos que hacer.
En ese momento preciso apareció la (angustia) y por consecuencia ya no quería pensar más y por una animidad la ansiedad, la confusión, el impulso y el miedo dieron lugar a un mínimo llanto y depusieron sus armas en conjunto con la angustia.
Aunque sus niveles de intolerancia fueron bajaron considerablemente sentí un principio de (incertidumbre) en consecuencia a un estado de confusión todavía latente.
La incertidumbre la pude comprender como algo poco extraño, familiar, inevitable, pero a la vez pasajero como a los otros síntomas menos el de poder pensar libremente.
Entonces por fin comprendí que estaba mas allá del pensamiento lineal y formal porque me encontraba en un lugar donde lo único que podía hacer era (sentir) y el sentir me hacía mas humano a mi mismo pero todavía mas valiente para poder decidir.
Por eso decidí que aquella mañana que no solamente quería despojarme de la ansiedad que me embargaba si no también de la confusión, el miedo, la angustia, la incertidumbre y el pensamiento en general para solamente quedarme con la decisión de agarrar la valentía y en conjunto con el impulso tener las ganas de salir de mi mismo y decirle a todos que por fin soy quien quiero ser.

Ocho cuentos cortos para leer haciendo escala. Cuento 4: Los techos




Los techos
Desde el aeropuerto internacional de Maiquetía Simón Bolívar.
(Caracas, Venezuela)
Febrero 2011

Otra noche más mirando al techo. Ya no me resulta tan emocionante como otras noches, nisiquiera apasionante, como que perdió su encanto, su gracia, su no se que.
Otra noche tirando en la cama, mirando al techo y buscando que me diga algo nuevo, algo que no sepa, algo en lo cual me haga pensar: “Puta, que grande que es este techo, mirá lo que me dijo o lo que me hizo pensar”.
Pero por más que lo intente me sigue diciendo lo mismo: Nada. Como si alguna vez me hubiera dicho algo, en ese caso sería “un techo fantástico” o si me escuchara sería “un techo contenedor” de contener, de contenerme, pero ni eso, es el mismo techo blanco, duro e inerte que parece mirarme todas las noches con la misma cara de nada. Con la misma cara de techo de todas las noches.
En realidad tampoco hago demasiado por entenderlo, o sea, es simplemente eso, un techo ¿Qué puedo esperar de un techo? ¿Qué no se me caiga encima? Y si se me cayera encima ¿Me diría algo con eso? No se, creo que quizás nisiquiera pensaría en eso a no ser que mi propio techo me diera muerte sobre mi propia cama.
Los techos no son como las personas. Son por leguas menos problemáticos, menos estancados, menos insoportables. Aunque al igual que las personas, ellos también hacen cosas para llamar la atención como por ejemplo cuando se agrietan o tienen humedad o se declaran en estado de derrumbe. En realidad son algunas personas, entendidos en la materia, los que los declaran en peligro de derrumbe porque claro, el techo no sabe hablar y mucho menos escuchar.
Los techos nos protegen sin pedir casi nada a cambio, a no ser que sea un techo de una casa en alquiler. Y siempre nos dicen, otras personas, que lo primero es el techo antes que cualquier otra cosa.
Las personas que no lo tienen sueñan con uno. El techo propio. En cambio otras piensan que su vida tiene un techo en vez de pensar que tienen un suelo donde poder llegar a un techo. ¿Se le llaman pesimistas o realistas?
Otra noche más mirándolo. Sobre mi cama, pensando vaya a saber que cosa. En una de esas me termina convenciendo de algo que no estoy seguro ¿Y si fuera así? ¿Y si realmente me convence de convencerme? Después no podría excusarme diciendo que el techo me aconsejó o me incitó a que lo hiciera. No tendría lógica porque como bien dije antes los techos no hablan ni escuchan. Por otro lado no hablaría bien ni de mí ni de mi inteligencia: ¿Puede un techo llamar tanto mi atención o convencerme de algo? ¿O seria lo mismo que ver las estrellas si no estuviera, este mismo techo, tapándomelas? Ni puta idea.
Hay tanto en lo que no quiero pensar y miro al techo para que después me digan, otras personas, que lo único que hago es mirar al techo. Pero muchos se sorprenderían de todas las cosas que puede decir. Porque si lo fundamental es el techo antes que el auto, los discos o el microondas es porque algo importante tiene para decir. Aunque no sepa hablar.
En realidad tampoco me puedo golpear la cabeza contra la pared ¡Y menos contra el techo!
En definitiva es solo eso: Un techo, una cama, una persona y un único problema: No poder evitar que todo se derrumbe a mi alrededor…

Ocho cuentos cortos para leer haciendo escala. Cuento 5: Bala de plata




Bala de plata
Desde el aeropuerto internacional Augusto C. Sandino.
(Managua, Nicaragua)
Febrero 2011

No me duele, pero molesta. No me ahorca, pero aprieta. Entonces ni hace falta gastar la única bala de plata que llevas, usala con otro. Solamente dejame pedir un último deseo y me iré sin quejas ni remordimientos, solo, con la conciencia tranquila y el alma en paz.
¿No es lo que esperabas? Cuento lo lamento. Si te digo que hice lo que pude no le faltaría el respeto a lo que siento pero sinceramente debo confesarte que pude haber hecho un poco más, aunque este poco más costara un poco más de mi salud mental.
¿Querés una explicación? Y yo quiero ganarme la lotería para no pensar más. Supongo que de eso se trata, de buscar de todas las formas posibles una explicación para que no duela tanto ni las despedidas suenen grises y marchitas como viejo tango de barrio.
¿No es motivo suficiente? ¿Entonces quien decide cuando es suficiente? Los jueces se encargan de impartir justicia mientras un abogado te defiende de algo indefendible para poder cobrar y llegar a fin de mes como todos, pero lo suficiente parte de la necesidad en base a la libertad individual de cada uno, en este caso, de mi necesidad.
¿Por qué? Porque si, aunque te joda, aunque tengas unas terribles ganas de rematarme amenazándome con esa puta bala de plata que llevas encima, no me importa, no me interesa, no vas a salvar al mundo porque me liquides en este momento, ni mañana ni pasado. Porque aunque me mates yo seguiré existiendo, para otras personas, para otros contextos, yo seguiré jodiendo a quien quiera, seguiré girando por ahí y quien sabe Dios que me deparará.
No soy malo por pensar como pienso, a lo sumo hago lo que puedo, que al lado de no hacer nada es demasiado. No puedo estar todo el tiempo tratando de ser lo que vos queres que sea. A parte de no poder no quiero, simple, básico, no soy caprichoso, soy sincero, quizás no sea el tipo más honesto pero soy sincero. Que por supuesto, no es poco.
Ya se, te cansaste de que te esté tratando de convencer de algo, creeme que no es fácil convencer a alguien que me apunta con una bala de plata todo el tiempo. Dame un mínimo rédito por eso. Aunque sea, cuando me des por muerto, poné en mi epitafio: “Hizo lo que pudo, pero no alcanzó” ¡Mirá que boludo que soy, con que poco me conformo! Es triste, ya lo se.
¿Mi último deseo? Que podamos ser felices, digo, no es como pedir la paz mundial pero es algo, es una buena intensión, que se yo, podría pedirte una última salida así sería menos doloroso pero más patético.
Podríamos ir a comer, tomar unos tragos, garchar, fumarnos un pucho, volver a garchar, revolver el pasado, llorar, volver a garchar, volver a fumar, que me vuelvas a preguntar lo mismo una y otra vez y yo contestarte lo mismo una y otra vez hasta que te hinches las pelotas y me mates con la bendita bala de plata así mi bello cadáver pueda abrazarte en las noches cuando estés sola y no tengas ni heladera que te consuele.
Mi cuerpo, a través del tiempo, se desintegrará, dejará mal olor y seguramente te retractes y pienses que al final no fui tan mala persona como resulté ser. Pero quedate tranquila, no pienso resucitar, seré un número más en la morgue, en un nicho o una canción más de Massacre o los Misfits.
¿Bonito final? Tengo algunos peores para contarte.
Pero bueno, hace lo que tengas que hacer, yo me la banco. Y no es de macho, es de estar hasta las pelotas con vos, como si alguna vez no lo hubiera estado.
Dale, hace lo que tengas que hacer. Total siempre estarás en mi corazón…