Desde el inicio del tiempo existió la buena y la mala gestión.

En el principio fue el reinado de las grandes gestiones, cuyas hazañas quedaron para siempre en la memoria colectiva defendiendo a los indefensos, a los sin voz, a los necesitados de siempre combatiendo todo tipo de injusticia.

Pero con el paso del tiempo un extraño cambio dio vuelta la historia.

Algunas grandes gestiones fueron mutando, vendiendo sus lealtades, engañando a quienes los habían elegido para defenderlos, traicionando a sus propias palabras, pensando en su beneficio propio, olvidándose de todo y de todos.

Ya nadie sabía a quien creerle, cual era la mala y cual era la buena gestión.

Y fue así que surgió la otra gestión…la gestión que se pregunta, la que se cuestiona, la que está en contra de nadie y a favor de todos.

ESA GESTIÓN ESTÁ CRECIENDO EN ESTE INSTANTE...

domingo, 28 de agosto de 2011

GESTIÓN VARELA CORTOS Presenta: EN LA MULTITUD.




"En la multitud" es un proyecto de archivo extraído de Youtube con textos propios realizando en la Ciudad de Buenos Aires en agosto de 2011.

Guión: Juan Varela
Edición: Walter
Voz en off: Darío Contartese
Sonido: Diego Melzer
Música: The Beatles y Massacre
Imágenes: Youtube

Espero que les guste y nos vemos siempre!


Juan.-
Agosto 2011

jueves, 4 de agosto de 2011

Perfume y borcegos de mujer




Todas las noches, cuando vuelvo a casa de trabajar camino aproximadamente diez cuadras sobre la avenida Corrientes en un clima de aparente tranquilidad. Pero solamente aparente.
Desde hace varias semanas noté algo extraño en ese trayecto. ¿Más luces? ¿Más ruido? ¿Más gente? No, algo quizás no tan perceptible para mí: Un negocio de zapatos para mujer.
Jamás me han interesado los zapatos, y menos los de mujer, aunque en realidad era un negocio de calzado femenino en general. Pero tampoco importa, lo que realmente llamó mi atención fue otra cosa.
No se muy bien entre que calles queda, pero se que todas las noches paso por ese local de ventanales amplios con exposición de productos en vidriera, todo de blanco, muy minimalista y con dos vendedoras de veintipico sin mover la sonrisa esperando atraer alguna clienta.
Algo me atrajo, por supuesto que no fueron ni los zapatos ni las vendedoras ni el minimalismo. Fue algo más especial: Fue el olor.
Aunque sea invierno llamativamente el local siempre tiene las puertas abiertas y eso hace que los transeúntes entren sin tener que abrir la puerta de vidrio y en mi caso ser atraído por ese olor.
Era sin dudas una fragancia, un perfume, algo que emanaba de ese local a mi me tele transportaba no a un lugar ni a un momento, si no, a una persona.
Ahí me di cuenta que aunque el tiempo pase y trate de archivar recuerdos y algunos borrarlos para siempre un olor basta para tenerlos todos juntos devuelta. Como si fuera una maquina del tiempo encendida de lunes a viernes de 10 a 19 y sábados y feriados de 10 a 14.
Me hizo acordar a los cantos de sirenas en el mar. Esos que te endulzan los oídos y te conducen a la muerte. Una muerte casi placentera. Creí que si entraba al negocio podría llegar a morir, por eso jamás me animé a entrar. Aunque sea algo encantador.
Tenía miedo de averiguar que había allí y que las vendedoras y todos los zapatos se conviertan en ella y que me vuelva a mirar con esos ojos de mar profundo, esa sonrisa de hoyuelo y que lleve puestos esos borcegos chiquititos color verde que siempre usa en invierno.
Pero aunque parezca extraño no evito pasar por allí. Me atrevo a caminar noche a noche, tomar una bocanada de aire y seguir mi camino, sin mirar atrás, nunca más.
Es una lastima que todavía sigan haciendo negocios con la necesidad.

Juan.-
Julio 2011