Desde el inicio del tiempo existió la buena y la mala gestión.

En el principio fue el reinado de las grandes gestiones, cuyas hazañas quedaron para siempre en la memoria colectiva defendiendo a los indefensos, a los sin voz, a los necesitados de siempre combatiendo todo tipo de injusticia.

Pero con el paso del tiempo un extraño cambio dio vuelta la historia.

Algunas grandes gestiones fueron mutando, vendiendo sus lealtades, engañando a quienes los habían elegido para defenderlos, traicionando a sus propias palabras, pensando en su beneficio propio, olvidándose de todo y de todos.

Ya nadie sabía a quien creerle, cual era la mala y cual era la buena gestión.

Y fue así que surgió la otra gestión…la gestión que se pregunta, la que se cuestiona, la que está en contra de nadie y a favor de todos.

ESA GESTIÓN ESTÁ CRECIENDO EN ESTE INSTANTE...

domingo, 28 de noviembre de 2010

¿NO SE PUEDE VIVIR DEL DESAMOR?



El amor puede ser lo más parecido a la felicidad pero también el desamor es lo más parecido a la tristeza propia del ser humano. Ahora bien, ¿Se puede conocer el desamor sin haber conocido el amor? Se puede, siempre y cuando uno se de cuenta que alguna vez amó. O sea, si uno está mal por la perdida del ser querido que en ese momento no lo consideró como amor puede bien conocer el desamor, lo cual es un despropósito porque es horrible experimentar el desamor sin darse cuenta que alguna vez experimentó el amor.

Mucha gente sufre por amor, mucha gente muere y murió por amor y todas las artes se han encargado de fogonearlo desde su propio punto de vista. Podemos pensar que en la literatura una clásica historia de muerte por amor es “Romeo y Julieta”. En el cine puede ser “Titanic” que resulta ser embolante ya que todos conocíamos el final sin ver la peli, pero lo que desconocíamos era que tardaría 2 horas en hundirse por completo pero bien entra en la categoría
En la música tenemos millones de ejemplos y aquí es en donde me quiero detener.
No hay nada más atractivo que escribir una canción de desamor para el gancho justo en el músculo más débil, para causarte algo, para que te guste o lo odies pero sin embargo resultan ser parte de nuestra historia como oyentes.
Hay dos claros exponentes de la canción argentina que se han desangrado por el amor. Ellos son los señores Fito Páez y Andrés Calamaro.

Nadie ha sabido interpretar tan claramente al desamor como estas dos figuras del rock nacional, nadie ha sufrido tanto por una mina como estas dos personas y sin embargo gracias a su obra se han sabido ganar la vida honradamente a pesar del incansable sufrimiento.
A continuación daré a conocer las que considero a mí entender, el top 5 de las canciones de Andrés y Fito que te dan ganas de tirarte de un décimo piso y que en el caso de sobrevivir no te puedan levantar ni con espátula.

ANDRÉS CALAMARO
1- CRIMENES PERFECTOS.
2- PALOMA.
3- MI ENFERMEDAD.
4- BUENA SUERTE Y HASTA LUEGO.
5- PASEMOS A OTRO TEMA.

FITO PAEZ
1- SI ES AMOR.
2- FUE AMOR.
3- LOS RESTOS DE NUESTRO AMOR.
4- UN VESTIDO Y UN AMOR.
5- NADIE DETIEDE AL AMOR EN UN LUGAR.

Aunque es un tremendo bajón escucharlas nadie puede negar la riqueza literaria que tienen la mayoría de estas canciones que nos han enseñado, quizás, a entender lo que nos pasa cuando nos pasa lo que nos pasa.
Tampoco podemos simplificar su obra en estas cinco canciones, hay mucho más de que hablar y cosas que están buenísimas pero no por nada son éstas las que quedan siempre pegadas al inconciente cuando uno sufre por otra persona.
Es cierto también que escribir sobre el desamor es un gran alivio para el alma ya que la intensión pasa por trasformar algo malo en algo, no bueno, si no hermoso.
Quien pueda lograr esto está logrando parte de la superación del problema.

Quiero resaltar un par de canciones más de estos dos artistas que hablan del desamor o el amor propiamente dicho que son casi la antitesis de este ranking.

OK, PERDÓN de Andrés Calamaro:
Es imprescindible tener en claro los esquemas para luego saber romperlos para crear algo nuevo y original. Para escribir esta canción Andrés no solo tuvo que conocer el amor no correspondido y el rechazo, si no que también tuvo que haberlo escrito millones de veces para sacar esta bonita canción.
Claramente rompió con lo establecido porque esta vez le tocó estar del otro lado del mostrador.

EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR de Fito Paez:
A todos se nos ha cruzado por la cabeza, cuando hemos cortado alguna relación, creer que nuestra condición de “ser amado” terminó en el momento en el cortamos con la otra persona.
Aunque la canción es horrorosamente cursi tiene mucho de razón y habla a las claras de que si se puede tener un amor después del amor.

SOY TUYO de Andrés Calamaro:
El mismo caso de “Ok, perdón”. Esta canción la podría definir como la verdadera justicia poética de alguien que a través de su obra nos ha dicho a gritos que quería encontrar al amor y cuando por fin lo encontró largó una de sus mejores canciones adornador en su mejor disco.
Es muy cursi, pero respetamos la intención.

ROLLINGA O MIRANDA GIRL de Fito Paez:
Representa exitosamente lo que sería el eslabón perdido entre el desamor y el nuevo amor. El instante en el cual uno conoce a alguien y siente que puede ser feliz como para levantarse de la cama y tramar todo tipo de planes para conquistarla.

Podemos entender el hecho de expresar a través de la música el sufrir por amor como algo también cultural. Nuestra música por historia y tradición siempre fue el tango y no hay peores letras para revolcarse por el piso y no para de sufrir como las del tango.
Los tangueros llevaban y llevan consigo esa nostalgia, ese dolor, ese arrabal porteño por algún amor. No por nada la alegría es solo brasileña, ellos tienen la zamba con batucada, con quilombo de percusión. En cambio el tango tiene el bandoneón, desde el vamos el sonido es melancólico, oscuro, pero a la vez hermoso.
Pero no piensen al tango como Caño Castacha, si no, como aquellos viejos tangueros que supieron escribir e interpretar esas hermosas canciones:

DE IGUAL A IGUAL de 1944 de Rodolfo Sciammarella.
“A Dios le pido que perdone mi egoísmo, pero quisiera que sienta ella lo mismo, que cuando esté lejos de mí sienta un vacío y necesite estar cerquita mío.
Que también sienta en sus ansias de quererme el mismo miedo, el miedo de perderme; que tenga celos de mi amor...
Que no será para su mal, así estaremos de igual a igual…”

NOSTALGIAS de 1936 de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo.
“Gime, bandoneón, tu tango gris, quizá a ti te hiera igual algún amor sentimental...
Llora mi alma de fantoche sola y triste en esta noche, noche negra y sin estrellas...
Si las copas traen consuelo aquí estoy con mi desvelo para ahogarlos de una vez...
Quiero emborrachar mi corazón para después poder brindar "por los fracasos del amor…”

MALENA de 1941 de Lucio Demare y Homero Manzi.
“Malena canta el tango como ninguna y en cada verso pone su corazón.
A yuyo del suburbio su voz perfuma, Malena tiene pena de bandoneón.
Tal vez allá en la infancia su voz de alondra tomó ese tono oscuro de callejón,
o acaso aquel romance que sólo nombra cuando se pone triste con el alcohol.
Malena canta el tango con voz de sombra, Malena tiene pena de bandoneón…”



Juan.-
Abril 2010.

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