Desde el inicio del tiempo existió la buena y la mala gestión.

En el principio fue el reinado de las grandes gestiones, cuyas hazañas quedaron para siempre en la memoria colectiva defendiendo a los indefensos, a los sin voz, a los necesitados de siempre combatiendo todo tipo de injusticia.

Pero con el paso del tiempo un extraño cambio dio vuelta la historia.

Algunas grandes gestiones fueron mutando, vendiendo sus lealtades, engañando a quienes los habían elegido para defenderlos, traicionando a sus propias palabras, pensando en su beneficio propio, olvidándose de todo y de todos.

Ya nadie sabía a quien creerle, cual era la mala y cual era la buena gestión.

Y fue así que surgió la otra gestión…la gestión que se pregunta, la que se cuestiona, la que está en contra de nadie y a favor de todos.

ESA GESTIÓN ESTÁ CRECIENDO EN ESTE INSTANTE...

lunes, 20 de junio de 2011

Camargo y Lavalleja



Supuse que cada encuentro lleva su desencuentro.
Que no todos los caminos conducen al mismo lugar. (O tal vez si)
Que todas las canciones tenían un final.
Que las mil palabras que uso, a veces, no pueden explicar lo que siento.
Supuse que el tiempo no marca las horas del pensamiento constante e inalterable que me hunden cada vez que me siento hundido. O tal vez sea el camino más largo para llegar a donde quiero estar.
Supuse que el mejor final a veces puede terminar mal.

“Scream at me until my ears bleed im taking heed just for you…”

2 comentarios:

  1. en los comienzos ya se puede vislumbrar un final...

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  2. El final de algo suele ser el comienzo de otra cosa, así que a seguir nomás.

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